Chavela Vargas en el Luna Park

La mítica cantante mexicana Chavela Vargas fue ovacionada por el público argentino que la aplaudió de pie varias veces en el Luna Park . La aparición de Chavela Vargas en el escenario vestida con pantalones y camisa oscuros y un poncho rojo de estilo mexicano encendió la chispa del público que no se apagó durante todo el recital. Chavela Vargas vino a cantar al pueblo argentino y a beneficio, no cobró por su recital. El público podía donar libros destinados a bibliotecas de sectores carenciados.

Chavela Vargas cantó al pueblo argentino

La mítica cantante mexicana Chavela Vargas fue ovacionada por el público argentino  que la aplaudió de pie varias veces en el Luna Park . La aparición de Chavela  Vargas en el escenario vestida con pantalones y camisa oscuros y un poncho rojo de estilo mexicano encendió la chispa del público que no se apagó durante todo el recital. Chavela Vargas vino a cantar al pueblo argentino y a beneficio, no cobró por su recital. El público podía donar libros destinados a bibliotecas de sectores carenciados.

A los ochenta y cinco años es evidente que  la artista mexicana sigue siendo un mito. El público coreó las canciones, aplaudió, cada tanto alguien le gritaba algo – algún piropo – y ella respondía con su carisma, con su don de “curar cantando” como le gustó decir durante el recital ya que según explicó ahora es “chamana”. La comunidad Huichól le ha reconocido el don de curar con el canto y la nombró “Gran Chamana”.

Si alguien del público entró al Luna Park triste o angustiado seguramente salió después del recital con un estado de ánimo distinto, porque esa noche fue una noche de alegría.

 Chavela Vargas inició su carrera artística en la década de los 50 al lado de José Alfredo Jiménez y logró su mayor esplendor artístico en los años 60-70. Escritores y artistas como Juan Rulfo, Agustín Lara, Frida Kahlo y Diego Rivera la consideraron su musa. Es la primera artista latinoamericana en presentarse en el Carnegie Hall de Nueva York y en haber recorrido los escenarios del Teatro Olimpia de París y el Palacio de Bellas Artes en México, entre otros. A mediados de los años ´80 se retiró de los escenarios, pero retornó al cine gracias al director Pedro Almodóvar quien hizo de Chabela Vargas una de sus chicas para musicalizar el soundtrack de la película “Tacones lejanos” con la canción “Luz de luna”, además de una breve aparición en el film “La flor de mis secretos.”.  Algunos de los temas más emblemáticos de la cantante mexicana son: “La llorona”, “Somos”, “Luz de luna”, “Canción de las simples cosas”, “Macorina”, “Piensa en mi”, “Se me hizo fácil”, “Hacia la vida”, “Volver, volver” entre otros. Recibió entre múltiples reconocimientos internacionales: La Cruz de Isabel la Católica, La medalla Agustín Lara, por interpretación en el Festival Internacional de este músico y poeta veracruzano.  Entre sus últimas apariciones se encuentra haber sido la artista que clausuró el Festival Internacional Cervantino 2003. Participó en el “IV Festival de San Luis 2004”, donde recibió como premio especial “El Peyote de Plata” que le fue entregado por la Comunidad Huichól, nombrándola “Gran Chamana”.

Actualmente vive en un pueblo de pescadores en el Estado de Veracruz, donde manifiesta haber alcanzado la paz y la tranquilidad que tanto anhelaba. Según una canción de Joaquín Sabina: ...”las amarguras no son amargas cuando las canta Chavela Vargas...”. La artista mexicana estuvo acompañada por las guitarras de Juan Carlos Allende y Miguel Peña. Casi al finalizar el recital subió al escenario Betty Elizalde, conductora de un programa de radio de FM La isla – de dónde partió la iniciativa para que la artista mexicana viniera a cantar a Buenos Aires – y explicó algo de la vida de Chavela Vargas: su verdadero nombre es Isabel, después adoptó el sobrenombre de Chavela. Nació en un pueblo muy pequeño de México y recién llegó a sentir paz interior cuando fue nombrada por los indios de México “chamana”, y le dieron el nombre chamánico. Betty Elizalde pidió entonces al público que la nombrara así con ese nombre. y así se hizo. El nombre chamánico fue coreado a viva voz por los presentes y Chavela agregó algunas canciones al recital antes de despedirse del público. La visita de la artista mexicana a la Argentina estuvo auspiciada por la Embajada de México, la Fundación Proa, el programa “Siempre Betty”  de Betty Elizalde por FM La Isla, la Cámara de Comercio Argentino-Mexicana, CTI Móvil, NH Hoteles, Telmex y la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.