La cantante de rancheras recibió el galardón de manos de Joaquín Sabina

El esperado reencuentro entre Joaquín Sabina y Chavela Vargas se produjo el miércoles ante nueve mil personas en el Auditorio Nacional de la capital mexicana, cuando el cantautor entregó a la veterana artista la Luna al mejor espectáculo de folclor.

Las Lunas, que distinguen cada año a lo más grande de las actuaciones celebradas en México, tuvieron en esta su séptima edición un caluroso aplauso para "la dama del poncho rojo", radiante con sonrisa de nácar y gafas oscuras a sus 88 años.

Chavela llegó al escenario apoyada en dos personas y abrazó con mucho cariño al viejo amigo que pintó su retrato años atrás en el tema "Por el boulevard de los sueños rotos".

"Joaquín, tú y yo tenemos que hablar, y mucho", dijo la musa de José Alfredo Jiménez, el compositor mexicano que puso en su voz canciones que han desgarrado el corazón de Iberoamérica.

"Todo el México que yo conozco, el de José Alfredo, la Revolución, los mariachis, los republicanos españoles, me lo metió en el corazón Chavela Vargas", había apuntado Sabina poco antes de entregar el galardón.

Chavela, ya retirada de los escenarios, había vuelto a ellos por una gloriosa noche en diciembre de 2007, para poner en pie con su repertorio al Auditorio, considerado máximo recinto de conciertos del país.

"Aquí estaremos si Dios nos presta la vida otra vez", dijo por último y con voz queda la leyenda, mexicana aunque nacida en Costa Rica.