Frases y Anécdotas de Chavela

"Yo soy Chavela Vargas y en ella creo"

“Yo he ganado dinero para comprarme un mundo más bonito que este. Pero todo lo aviento porque quiero morirme como muere mi pueblo”.

“La gente llora porque se da cuenta que aún es posible sentir. A pesar de los males del mundo”.

"Yo he tenido que luchar para ser yo y que se me respete, y llevar ese estigma, para mí, es un orgullo. Llevar el nombre de lesbiana. No voy presumiendo, no lo voy pregonando, pero no lo niego. He tenido que enfrentarme con la sociedad, con la Iglesia, que dice que malditos los homosexuales... Es absurdo. Cómo vas a juzgar a un ser que ha nacido así. Yo no estudié para lesbiana. Ni me enseñaron a ser así. Yo nací así. Desde que abrí los ojos al mundo. Yo nunca me he acostado con un señor. Nunca. Fíjate qué pureza, yo no tengo de qué avergonzarme.... Mis dioses me hicieron así."

"Las mujeres con pasado y los hombres con futuro son las personas más interesantes”.

“¿Adiós? Noo, nunca se dice adiós. Se dice: Te amo”.

"Soy viva moneda que nunca más volverá a repetirse"

En el escenario de la Ciudad-Teatro, en Bogotá, dijo Chavela  "Ahí les dejo este concierto… a ver quién me lo mejora"

"No quiero que me vayan a ver solamente por ser una viejita simpática"

“Yo nunca me he desnudado, no espiritual ni físicamente”

"Nunca he estudiado nada, lo adivino"

"Jodida no, ridícula jamás"

"Todo lo tuve en la vida y todo lo perdí. Recortes de periódico, diplomas, reconocimientos, jorongos..."

"Desprecio lo oculto, las falsas promesas dan dolor"

"Yo sé lo que soy, mi valor en la vida"

"Los paraísos los busco y los encuentro. Tienen un color dorado cuando cae la tarde y de angustia cuando va amaneciendo"

 "Me gustó echarme de un paracaídas"

"En la Patagonia, en la cabaña de un amigo, un cóndor llegaba todas las mañanas y tocaba en mi ventana. Un día, me tiró una pluma y se despidió de mí."

"En Amatlán, llegaban unos niños a tocar a mi puerta y me preguntaban: 'Chavela, ¿podemos pasar? Venimos a ver a Vicenta'. Vicenta era la perra con la que iban a jugar."

"Hace poco, en Cuernavaca, iban pasando por la calle dos viejitos y se pararon a darme las gracias por ayudarlos a envejecer bonito."

"Y otra pareja se regresó a pedirme la bendición porque yo era como una virgen. Y tenían razón porque siempre he sido virgen."

"Otro día estaba llorando debajo de un puente mi coraje y pasaron dos mujeres y un viejito. Me dijeron 'Bendita seas entre todas las mujeres'".

"Y un día que estábamos sentados, la belleza volaba, una abejita, lo más delicado y fino del mundo. Todo era blanco, muy blanco, en una camita dorada."